lunes, 3 de enero de 2011

CRÁNEO FILOSÓFICO. (1993)


GREGORIO OJER BUENO

“cierro los ojos y arden los límites” Antonio Gamoneda



“nada sé, y soy estéril; pero puedo servirte de partera, y por eso hago encantamientos para que des a luz tu idea” Platón. Teeteto




“estamos muertos otra vez”. Piratas





















Lección de filosofía




Puede callar
La palabra
Dormir el pensamiento
Fingiendo
Estar despierto
Igual que el sonido
Conmovido
Por el aliciente
De la sombra
Proporciona tiempos
Y trampas
A los consejos
La naturaleza
De la invención
El principio desprovisto
De tierra firme
Arranca
A la noche
Ficciones
Y senderos.

Quién fue primero:
La pregunta
O el desvarío
El admirado
O el cautivo?

El tiempo trampero
De sentencias
O el entendimiento?

El pronostico
De la investigación
Es llevar la vida
A sus derroteros
Fugitivos










No es la cultura




El agua de los puentes
Los cuerpos
Realizados
Las fosas
De los hundidos
Divagando dentro
De las aletas
De la hermosura
El mundo
De los avisos
Y los sensatos
Del oro
Detrás de las velas
Del último naufragio
Estamos realizando la espalda
De una época
Que regresa
Y es extraño
Beber de las manos
Amputadas de estos cuerpos
Parcos

























De Heráclito a Juan



Cuando el río
Se bebe
Con ella la arena
Pierde los campos
Y el hombre
Su vida acontece.
De repente cuando la soledad
Cubre de espanto
Las entrañas
Así descubro
El espacio de mis dedos
Y los interludios de tus muslos
Calientes
Como un canto que duele
En la garganta
Del que repite
La palabra
Del barco hundido
Entre tus sábanas
























Filosofía matriarcal



Sí, el blanco de la madre
Sobre el argumento
Del baño del sábado
La espuma del universo
Y las pompas de jabón
En la explosión primera
De mi materia pequeña
El frescor de la música
Y el interrogante de un corazón
Armado de interrogantes
El humor de otro cuerpo
Y esas buenas tardes dentro de tu regazo

































Filosofia patriarcal


Fue el pulso artesanal
La ráfaga de cabellos y besos
Sobre la alfombra de la memoria
El ascua de la primera llama
Se aferró al devaneo de la aventura
Así el fulgor del hastío
La nada asomándose
Dentro de mi cráneo

Te esperé vivo con la piel de mariposa
En diminutas dilataciones y equívocos


































Heme aquí




La pluma en el agua
Enjambrando la espuma
De otro confín
La exangüe zozobra
Subraya el contorno
De la nieve perfumada
Otro latido amortigua la caída
Irreversible de mi dedo
Sobre tu doble destello mudo
También el gozne ara el espacio
De la última mariposa que trazó
El viento sobre la aguja de tu roce































Filia




Oh! filosofia limitada de estaciones
Y rostros escuálidos
Pueril ceño del aullido
Deseé prestarte los ojos del hechizo
Y no supiste sostener el marco
Del delirio





































Senderos


Anduvimos entre la hojarasca
Sin los ojos que descubrimos
Separados de los rudos caminos
Y de los huecos extraviados
Descendimos entre raíces aéreas
Cuando la tempestad aplastó con su rostro
El surco de tierra pisada
Las hayas combadas entre los huesos
Caídos de los robles
Los hongos hervidos arrancados
De la garganta de los sueños..

La magia viajó esa noche entre las plumas
Blancas de tu mechón
Vellocino incandescente
Y muros dibujados a ras del suelo
Sobre los pies de otros que pisaron
Las mismas huellas del bosque improvisado




























Crepusculares




Gritaste en la emergencia
Dentro del volcán
Donde nada vuelve a ser
Ni nadie recibe el eco de la madreselva
Tropezaste en el hueso
Del mudo esqueleto del advenimiento
Luego despertamos de un largo letargo
Sepultados entre las arenas pintadas
En el embudo incinerado
Sin punzamientos
Sortilegios ni desenfrenos conscientes
De caminar hacia la invisibilidad


































El tiempo de la mano



Aullaba tu cuerpo
Celeste de pan y dados
El truco de la sombra
Abrasada y el temblor de la noche
Transparente de tristezas y pérdidas
Los párpados estallando lejos
Dentro de la bóveda de tus caricias
Yacéis fingidos dioses del ahora
Y de lo repentino
































Masacre



Las astillas de la noche
Y el hijo acariciando la hoja
Desprendida del otoño
Vuelvo de la contienda
Con una mueca amortiguada
Por la distancia de tus manos
Me rindo en la espina de la astucia
En ese borrón de un tiempo excluido
De tu boca abrupta







































Dignidad



Me bebí los libros de la noche
Incluyendo los sinsabores
De ciertos neologismos
Y adivinaciones esporádicas cerca
De los nombres.


Vinculo tras vinculo
En un regreso de derrumbes
Padre, pensé en el infierno
Y deshice tu sombra sobre
Aquel abrazo recomendado

































Suicidio



El tiempo de la espera
Desde la azotea
Deslumbra la luna
Y la mandolina de Braque
Rasga la noche de la muerte
Transcurre todo cuando el rostro
De Deleuze busca la superficie
De su devenir
Más allá la máscara del rebelde
Se adueña del silencio de la última meseta
Resbala la tierra doblada sobre
El espinazo del espejo
Y me viene el recuerdo
De la cáscara apolillada de la filosofía





























Notas





Del trance
En el otro hemisferio
Donde el lenguaje perece
A las brasas del espacio
Amé la conjunción de palmeras
Y espuma coloreada
Por una resistencia
Inaudita a la extinción
Fue en el mes del girasol
Dentro de nubes negras
Y filtraciones inmarcesibles
De mi otro ardor































Aquel viaje....



El ancla del crepúsculo
Y las notas
De un verde lluvia
Van conduciendo al tiempo
Hacia una Lisboa
Desnuda.

Azul del tajo sobre la alfombra del mar.

Huye del volante
Infiltrado de la soledad
De las formas
Que fundían nuestros nombres.

Van diciendo
Que Pessoa murió dentro
De la exposición
De su muerte
Dicen que Poesía
Atrapó para siempre
Su viaje hacia los nombres.

Junto al camastro averiado
De aquella pensión
De putas y soles demacrados
Mordisqueé la sepultura
De Filosofía



















Atenas




El zigzag
De la acrópolis
Y el viejo cielo
De Atenas
Miraba a las piedras prófugas
Brotaban de tus mejillas
Los últimos episodios
De Píndaro.
Profano caminé
Entre Atenea
Y una historia desteñida
De tu blusa
Entonces del Liceo
Un limonero floreció
A sones de punzamientos
Y oscuros rostros
Y descendió el agua
Entre relámpagos y magnolias.
Sobre la rozadura angosta
El trino de mi pecho
Y el calor extenuado
Del silencio
Limpiaban la espesura
De la zarza en llama
También el velamen del espejo
De esta última queja
Escarpada en la sombría
Noche exangüe
















Polvo de vidrio


La imagen sobrehumana
Nombra la ceniza del reflejo
Labio del horror
De la propia identidad que crece
Dentro del espejo
Pero son las diminutas partículas
De polvo las que levantan
La vida sin aliento.

Un río se sumerge
En el hallazgo de un gesto
Reacio a morir
El crepitar del fuego en el marco
De la actuación

































Duplicación



La libélula en el circo de los aleteos
Las grullas sobrevienen al espectáculo
Del cielo en la ilusión de suspender
La tierra de la mordedura.
Sabía que la suspensión del juicio
Paralizaba el destierro de la palabra
En un cielo falto de deseo.
Fue entre entumecimientos y la duplicación
De nombres clausurados.
La historia volvió a la falta de aire
A un estado que aumentaba el sonambulismo
O los posibles mundos sustituidos
Por el espectro
































Sutura



Sabíamos que el perfil de la esperanza
Nunca iba a aullar
En nuestros cerebros.
Sin conocernos
Ya estábamos todos muertos





































Marx contra marx



Detrás del ascensor
El rostro rayaba
El limo de aceite y náusea
Del primer piso
Luego más tarde
El croar del segundo
Y la pena arrojada al tercero
El nombre el bla bla bla
Y el mismo terror
En la misma huella
Sin final feliz
Sólo la última parada
A la espera de un infinito vertical



































Escatología



Eras
Casi nada
Dentro del cometa
Que salió del regurgitar
Inédito de otro fantasma







































El otro lado del vidrio


Al ponerse el mundo detrás
Rasgué la cremallera de los párpados
Bajamos las escaleras sobre la línea
De un añadido al horizonte de unas pieles
Inofensivas
Y seguí convencido que tal vez no debía de haber
Sacado aquel vino dulce
Y los senos de cristal opaco o aquel daguerrotipo
De otras intenciones cautelares

La realidad se oculta a cualquier manuscrito
Que no escriba con plumas de arena
Ezra enterrado sobre la lápida del pensamiento
Imposible




Venecia 1994



























Bálsamo



Quizá el pez rasgue la cortina
De agua que hay entre la asfixia
Y el lugar que dejé en el arrastre
De mi interrupción





































In situ


Es el paso detrás de la barra
Una mirada amiga
Pero con distancia
Tal vez el reflejo en el güisqui
Sea imprescindible
Pero es el ser humano el que observa
La tirada de dados
Y nunca nunca están trucados:

Póquer al as

Vendrá y no será capaz de volver.

Qué hora es?
2006

y rumiaba debajo del tapete
y no era hombre ni mujer
un número
sólo un número buscando el infinito
de mi mentira de hombre o bestia






A ti




















Su república




El olvido es la idea
Y el recuerdo la trastienda
De la vida
Rasga las cenizas de la doctrina
Sombría.
Siendo estricta trata de aparentar
La cortesía o más bien
El prudente desconocimiento del suicida
Inmerecida es la reyerta
De la razón legitima
Con la legitima sensación detenida
Como es cierta la melancolía fugitiva
De una memoria inquieta
Y mantenida
































Tentempié marxista



Vuelvo del límite que trabajan
Mis huesos mis músculos
En una vida cortada
Relación del grito
Dentro del progresivo manantial
Materialista de una historia
Que alimenta de catástrofes
La suma y la resta
Tal vez la extrañeza
Devenga utilidad
Como la muerte señalando
El dedo de la axfisia






























Descartes Versus Hedonismo



Tu boca en mi dedo
Mi dedo en tu cuello
La espiral de tus muslos
En la recta de tu recto
Tu cuello en mis ojos
Mis ojos en tu nuca
El truco de la desaparición
En un sistema concluido
Tu nuca en mi mano
Mi mano en tu pierna
El aguijón violento
Libando tus líquidos
Tu pierna entre la tierra
Y el cielo de mi certeza
El flujo del precipicio
Inacabado de mis dedos





























Carta a Epicuro





Faltaba la fascinación
En el fondo del gramófono
La balaustrada ejerciendo de deshecho
En un espacio no delimitado
Un amanecer hurgaba dentro de la sangre
Fuera los perros aullaban
Como una huella erosionada
Hacía un frío semihundido
Sordo
Y las olas ardientes de tu cera
Acompañaban incorpóreas
A ese pensamiento de orillas.






























Lecciones




El color extinguido
En lo abyecto
De la zanja sepulcral
Habló









































Insustituible


El tránsito del tiempo en la orilla
Del Tormes buscando entre un bosque
De eucaliptos el lamento clandestino
De un viaje a golpe de retrasos
Y éxtasis tímidos
Las marcas creando un círculo prematuro
Ahora que ya todo estaba dado
Me alegró verte desnudo entre zarzas
Y un frío extraviado en un mes de Abril
Casi muerto dentro de una primavera
En estallido
Pude darme cuenta de que ese instante
Sería irrepetible y que el estremecimiento
Quedaría como una huella dentro
De mis ganas de vivir





























Siena



Fue el viento en el rostro
El que prefiguró la falta,
La ausencia del cuerpo.
En la urna la reliquia
Competía con el contorno
De la obstinada muerte
El sudor frío
La noche dormida
Y un eco irrepetible
Escondiendo el horror
De una respuesta en espera


































Viena




Visitamos al padre de Wittgenstein
Fue cuando casi había muerto Thomas.
Klimt llamaba payaso a Nietzsche
Al colorear su verborrea irreprochable
Una playa nudista es lo que falta
Dijo un viejo vienes en un italiano
Macarrónico
El problema: una existencia demacrada
Por ese cristianismo rancio
Cuando se identifica con un imperio
Derrotado como el de mi procedencia






























Capri



El perfil de una hoja seca
En un cuerpo desarenado
Casi unido a las piedras
Del acantilado
El ojo de una sirena
Al compás de la música
Del oleaje
Tu desnudo como contrapeso
Al estallido de puntos
No franqueados por el sinsentido
Duele el significado
De un mundo mutilado.
































Pleonasmo aéreo



Fue en vistas
Desde la sierra de Francia
La infancia se prolongó demasiado
O quizá el boomerang de la madurez
No respondía a sus demandas.
El viento peinaba la existencia
Del precipicio
Yo dispuse las alas abiertas
A una cualidad inexplicable
De saber qué hacer cuando no hay
Que hacer nada
Preparé al cielo para mi recepción
Y prescindí de mi gravedad
Y del pleonasmo de ser
Una pequeña historia
De la aviación sin administración































Psicopedagogía



No creo
Sólo papilla de cuerpos
Materia y placer
U
Orgasmos administrados
Dentro de las galletas
De la tercera infancia
Que es una vejez prolongada
Entre pinos y cenizas de abejas





































Filosofía práctica



Llegaremos a un acuerdo
Draconiano
En un espacio dirigido
Por monedas falsas
Y cristales empañados.
Luz de encuentros esporádicos
Como tus maneras espontáneas
De subrayar aquello que es distinto
Cuando se atrapa su sentido

Pagué por la tranquilidad
De un diálogo sin altavoz,
Íntimo como aquel amanecer
En Isla en un silencio distinto
Mientras tú recogías las ropas
De aquella enredadera nocturna





























Respuestas



Cierro los límites
Y arden mis ojos
Dentro de mi cuerpo
De mujer







































Pluma dorada



A través de la mitología
De la noche donde las palabras
Se convierten en precipicios
De cristal y son húmedas
De tierra bronceada

Importan los invisibles
Los que te susurran al oído
Dentro de los urinarios
De vidrio arenoso
Silentes gozos
Manos ateridas
Por el frío de una intensidad
Complaciente

Todo es desconocido
Menos el estremecimiento
De saberse adormecido
Dentro de la lejanía
De nombres e incógnitas

Y es cómo buscas la salida
De emergencia
Porque la muerte está en llamas
En el destello de tu pluma dorada




















Tempus




Oí el grito de la explosión
En un hosco aposento
De madera apolillada
Las caricias vendedoras
De fotografías ocultas
Los remansos del Tormes
Sobre arenas movedizas
Donde los nombres
Naufragaban
En aquella barca de ceniza.

Oí el grito del ahogado
Dentro de la inexorable zozobra
De la orilla en tu boca.

Oí la vida como pasaba
Inclinada sobre la ciénaga
De las horas


























Lecturas de Kant


La afinidades efectivas
De las palabras
Son selectivas
En sus emociones
La manifestación del error
O la cura de la diferencia
Excluyente de la ausencia
Ensimismada.
Venía de comprar una botella
De güisqui
Y Quincey para impresionar
Al instante no perpetuado
En una noche de magnetismo
Y de ingravidez cuántico






























Comunidad democrática




Vine del frío
Y dije soy tuyo
Multiforme
Sin sexo definido
Es la extrañeza
De lo domestico
De lo que no desborda
Porque se ha asimilado
A la tranquilidad
De vivir en uno dentro
De todos.






Centro social. Parma





























No soy tú



dios!. Exceso.
Ritual de la espina













































Máxima- mínima


La belleza es la fotografía
De un tiempo imposible














































Inevitable




Todavía es inefable
La piel de la herida
En el fondo de una barra
El destello de la noche
En el cristal roto
De tus lentes retrospectivas
Hablaste del exilio
Del nomadismo
De la mirada siniestra de la esfinge
Que emergía de la pared falsa
Cartón piedra
Tu boca de plástico emergió
Del único escaparate inevitable



































Pluma del bardo




Contemporáneo en la concha
De un ruido afrodisíaco
La arena de la infamia
La nada cerrada en el viento
De tu arrepentimiento
Entonces...qué mano debatió
El encuentro de la impugnación?
Las huellas del vaho en la trampa
De tu boca posible?
O el espectáculo del peaje tardío
De tus manos en mi taimada hilaridad?





































Sobra el tiempo


La belleza nace
Todos los días
En la fascinación
De tu silencio
Como el compromiso
Del escombro
En la búsqueda de tu destino
Que es equilibrio en un margen
De mi abismo.

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