lunes, 3 de enero de 2011

KYKEON (2006)
GREGORIO OJER


“Eleusis siempre oculta algo para mostrar a los que vuelven”
Séneca, Quaestiones naturales VII,30











Retiré los escombros
Entre la maleza del rito
La singularidad del exceso
Se integraba entre el paisaje
De tierra, sillares y columnas
Rabiosas de arquitectura cerrada
Se supuso que la geometría
Llenaba el vacío establecido
O delimitaba el afuera
Tu boca se aferró a la piedra
Arañó lentamente la tierra removida
Fue cuando el céfiro peinaba
Las azoteas desnudas
Sobre tu piel turgente




































La piedra resbalando sobre
El agua
Lluvia ácida.
Volverá a recubrir el estúpido
Ciclo de axiomas y conjeturas
Delirantes












































Cayó en desgracia
El hierofante
Durante el proceso de Esquilo
El agua asaltó las murallas
Que delimitaban lo humano
Con el misterio
Hablé con el mar
Y con el pasado que recorría
Cada uno de los rincones
De los que no vuelven






































Comprendo el misterio
Que envuelve el fruto del misterio
La luz pagana de lo sagrado
Pero lo que no comprendo
Son los ortodoxos gestos
De los que nunca vieron ni ven
La grandeza de la vida
En su representación tóxica











































El camino de abajo
En una extensión infinita
La mirada fría eclosionando
Bajo un cristal de amapolas
Tu brazo como una enredadera
Apresando mi boca abierta
Sobre el horizonte de un trazo
Nimio
Salta el simio de árbol en árbol
Mi cuerpo se eriza
Y aparece Píndaro desnudo
Entre la maleza de tus dedos
Y tu vientre
Madre espiral





























Envejezco
El tiempo fuera
Espera la duración
Del proceso
La descomposición
Y la explosión de energía
Y materia
Abrigo la escucha del placer
Y la niebla de tus ojos








































Sobre la luna
El mar de tu espalda
El animal que cruje
Busco el aion
El baluarte donde ni el miedo
Ni la esperanza
Manchan la madera
Dos mil años de belleza
Dos mil años de tortura
Y crímenes perfectos







































No se nombra el nombre
Del hierofante
El último que dibujó
Sobre la arena
El rostro de la diosa
Volverá a reinar el padre
Y sus testículos se confundirán con
La quijada






































Inicio el largo camino
De lo inefable
Ilustre doncella
De la sonrisa abierta
Mis huellas reafirman
El suelo originario
En tu rostro de arena
Vuelve la voz a la orilla
Del mar
Dejando la espuma
Sobre los pétalos
De cristal





































Da
De
Meter
Dameter
Demeter
Madre e hija
Dentro y fuera
De la medida de las cosas
El grano se oculta
Tras el invierno
Para salir invicto
Del ciclo de la vida





































El boquiabierto lamentó el rapto
De la que todavía no había visto la luna
En el pozo de la virgen
Cordón umbilical entre el subsuelo
Y la vida de los hombres
La nodriza ahuyentó a las báquicas
Formas sobre la roca sin risa
Sucedió cuando el sol declinó
Ante los hechizos de la piel de ciervo





































El hijo del ombligo
Canal de matrimonios
Cancerbéricos
Rasga la esterilla de mi hígado
Volviendo hacia atrás la piel
De carnero
Vuelve la impostura a reclamar
Su espacio escénico
Entre los mortales
Y giran los intestinos
Hasta reclamar el laberinto
De Ariadna
Volverá Teseo a horadar
La lapida de Ezra??





































Anduve ciego por el siglo v a.n.e
Excavando el siglo xxi d.n.e.
Arqueología de afinidades
Entre Apolo y Dionisio
Saltó el falo entre las cabezas
De las vírgenes
Después de que sucumbieran los
Misterios de Eleusis
Recordé lo significativo de aquella
Destrucción a manos de los monoteístas
Hic et nunc
Después de todo la función no hace al órgano
Y el pensamiento fue ejecutado sobre
La colina de Júpiter




































El camino se diluye
En el razonamiento
Encrucijada de imposibles
Que se enfrentan a la posibilidad
De existir
Perder el nombre
Entre las branquias
De un mar enloquecido
Perder la pregunta
Que no supiste realizar
Cuando todo nos conducía
Al abandono dentro del laberinto
De tu mano

































Sobre los primeros brotes
De la viña
La intimidación se volvió
Agresión gregaria
La multitud en cambio se
Singularizó y comenzó
A construir un lenguaje
Donde los nombres ejercían
De virus semántico
Sobre la cosas
Y los espacios acontecidos







































Sobre todo la dirección
Que puede tomar el porvenir
En el instante de estafar
La dirección equivocada
Una simple decisión
Sin tomar en cuenta
El fin que entraña no tomarla
O tal vez el misterio
De soportarla







































Evanescentes fluidos
De pestañas incrustadas
Sobre el perímetro del pozo
Salta el laberinto
Sobre el minotauro
De tu ojo de cristal
Y ejerce de enredo
En tu maraña de siglos
Jamás encontrarás la salida
Porque nunca entraste
Al enloquecido mar de tu risa









































Pervertidos los dedos
Cruje la gravitación
Espuma nacida del toro
Es el ombligo de las sirenas
Cuando recito el pretérito
De la muerte de una Ninfa
Ahogada en la saliva de la corteza
De tu bostezo
Puedo recuperar los elementos
En los dominios marinos
Volviendo a la morada del velo petrificado




































El laberinto de cerrar el laberinto
Ciego que deja el paisaje
Vuelve la mano a desterrar el cuello
De marfil
Carretera secundaria dirección
Eleusis
Detendré al vellocino de oro
A la altura de tus vaticinios
Madre espiral































Entro en la puerta
Y salgo de ella
Miro tras ella
Y desgrano uno a uno
Los improvisados estados
De gravidez
Gozne que mueve el espacio
Dadme un punto de apoyo
Y dejaré que la nada
Bata sus alas sobre
La esquina del universo
Eleusis galáctico
Sobrepasa el umbral
De las sirenas en llamas
































El camino de verdad
No es camino
Se hace sendero
Cueva
Arrecife
Farallón
Abisal encuentro
Con el polvo
De la jaula de huesos
Fundidos con espadas
De hielo
Pozo invertido
Huracán fósil
Callejones sin salida
Hacia los pinos de la estación


















































A todos los homosexuales

Y bisexuales Y ....





























Aliviar la esfera de la vida
Biosfera del ombligo
Carcamal de la infancia
Manzana crujiente y vapores
De dedos heridos por los ajos
Y el perejil
Dad a la herida
El tiempo necesario para
Que deje de ser estremecimiento
Y si podéis arrebatad
Al nombre lo que tiene
De tormento
Así entre gritos y onomatopéyicos
Gemidos musicales
Regresaréis al alivio de no ser
Más que placer diagonal
Entre cuerpos plomizos



































La vida es cotidiana incluso
En su perfil más solitario
Baja y sube como un tejado
Como un correntío de vértigos
Soslayos
Es escaleras abajo
Alfabeto cicatrizado
En un gemido esperanto
Y para pasar a la otra orilla
No necesita barqueros
Ni puentes romanos
Sólo el latir del agua
En la espuma del sueño tatuado































El principio de gravedad
Presenta una fisura
De ambigüedad e ironía
Tras la tormenta de axiomas
Y difusos teoremas
El relámpago ocultó la luz
Precisa para delinear
Cierta revelación de cuerpos desnudos
Y materia condensada
Así de taciturno bajé la calle
Del hospital considerando
El pelaje de un gato que hablaba
Latín en los tiempos bisiestos


































Es la hojarasca
En los tiempos
De estaciones nocturnas
Como la luz que tintinea
En el ocioso tren de ocre
Inquietante.
Al lado del Rio Cidacos
Precipité un millón de lápidas
Cosidas a tu sonrisa congelada
Pez devanando los raíles
Que nosotros tejimos
A la espalda de esta nada
Enrejada
Subimos el montículo
De bosques invisibles
Y alargué la sien de la muerte
Entre una bala perdida
Y una dentadura criminal



































Evacuar la existencia
En su dulzura hipócrita
Bebo la sangre de la orgía
Como un vouyer aplastado
Entre celosías de carne y babas
Cuando la boca se adelanta
Piernas abajo y se confunde
Con el azul de la habitación
Hola cariño! Y admiro la exquisitez
De sus tobillos marfílicos
Como las figuras geométricas de sus senos
¡Vida. Bios. Biosfera.! Grito
Esfera pitagórica perfecta de sus nalgas
Dientes que desgarran la blusa
La porcelana debajo de la cama
El somier chirría en su espalda
Cuando el mundo se mueve
Con nosotros
Y me atrapa con sus tentáculos
Hacia la nada
Quizá llegue la noche
Quizá la luna se estrellé
En los cristales de mis gafas
Y vuelva otra vez el eterno retorno
De evacuar la existencia
En su exquisitez consumada
























La canción de la espiga
En la sangre de la rama
Es imponderable la luz
Que arrastra tu retirada
Subiendo el forro de la bahía
Debería ser el crepúsculo
Pero hoy desnudo
He recorrido el innombrable
Soplo de la caricia








































PARA MARINA



La exigencia de la muerte
No es la limosna
Es el abrazo que canta
El silencio
El grito del brillo en la flor
De agua





































Vi morir la nieve
En las alas de la lechuza
Una pluma navegar
Sobre el tejado en llamas
De tu poema
Sangrar la puerta
En una ola de acero
Girar el barro
En el remiendo del aire
En tu sexo
Hablar de sílabas
Cerca del desorden
De tus ojos
Allí donde el sol
Comienza la noche
Al otro lado de la lluvia
Que ahoga
Tus límites insurrectos



































Conozco las rodillas
Del desierto
La fatiga de la belleza
En las puertas del espejismo
Incluso soñar un rio de arena
Con peces de arena
Con minúsculas gotas de arena
Sobre tus huellas de arena...
Y respiré carne africana
En el embozo de tu respiración































El quicio de la vida
Gira en el espacio de la muerte
Es una obra perseguida
Arrojada a la intemperie
De la ebriedad
Abrazo embriagador
De la espera
Contención de labios
Muchachos urdidos
Al suspenso fotográfico
Del desprecio
Turbulencias y caballos
A lomos de hojas de parra
Difícil sonrisa de lo imposible
Que desprenden
Angostos y discretos
Quicios del atardecer































La matemática junto al patio
De hormigas
El verano en el árbol
Donde las hojas abruman al otoño
Y es que el poema es una planta sin tallo
Como la vida que hiere a la herida
De vivirla desnuda
Cáscara abandonada
Simetría de incendios
Y agonías que abandonan
Un cuerpo en una luz de saldo
Sí y te diste prisa
Recogiendo el rumor de la brasa
En la risa del espanto
O quién fue el que taconeaba feliz
Frente a la alhambra de invierno






































Florencia marchita
En la uña de bukowski
Jodido perro viejo
Por qué no te follaste
A esa azafata que leía a Catulo
Y ESCUCHABA A PENDERECKI








































Tengo miedo a la muerte
Porque ......
Yo soy la muerte





































































“ os inoculo la locura”

Zaratustra. Nietzsche

















Para nosotros dos
Ya es tarde
Cuesta respirar sobre
La almohada
De semen
Pero merece
La pena
Gastar el tiempo
En reventar
Moscas
Y
Cerebros
De araña
Pagué el rescate
De tu seguro
Dentro
Del taburete
Lleno de cerveza
Y existencias
Que no agarran
Ninguna
Enfermedad venérea
Mientras el vaso
Se bebe el agua
Del cementerio
Cierra la ventana
Quizá el manicomio
Plante un espacio
En mi maceta vacía



















Tu rito homosexual
O bisexual de solitaria
Presencia debajo
De la alfombra
Perturba la germinación
De tu atroz fuego tierno
De amapola quemada
A la altura de tus labios
Vida germinada
Vida madre espiral
De lana musgosa
Sin tiempo que retroceder
Cara a cara
Vieja gruñona
Pequeñez itzala
Gravitación en tu almohadón
De espuma y mares
Congénitos de peces
Turgentes
Sobre la maternidad silvestre
De sirenas
Y Ulises castrados



























Sin salida
Quizá llenen el aroma
De tus pechos
Con alondras de metal
Sentir tu piel
En el cuello
Que no asegura la ciudad
En la luz tintineante
De una calle solitaria
Busco lo vacío
En la plenitud del sexo
Penetrar
En el hueso singular
De la estrella atrapada
Por el cobre de tu cama
Blanco sobre el cristal de arena
Nariz espiritual
Cuello flamígero en mi sexo
Tu ano tendrá a venecia
Entre los colmillos del vampiro
OH Caravaggio
Oh alondra en la plaza de cristal de murano
Llenas de nada el rictus del violín
Existencia dos mil cuarenta y ocho






















Tom waits que estas
En los putos infiernos
Concede este arpegio
De plagio
No tengo lugar en tu infierno
solitario
de tu jodido baso de imbécil
fuego sobrepasado de botella
o de barras solitarias
o eras sincero?
me confundes
cabrón de mierda
tengo una cocina solitaria
y odia a los poetas
qué bancada pongo
en tu puta lapida
ah es la cera de mis oidos
la que susurra en tu culo
de heterosexual






























Y es así pregunta tras pregunta
Tembloroso tartamudo
Con ladillas en los cojones
Y cristo en el botiquín de todos
El revolucionario es un reaccionario
De diccionarios o un chupaculos
Nacionalista, baptista, chapista
De banderas de hojalata
Oxido tremebundo cortafuegos
De borrachos perpetuos en estado
De descomposición o a remojo
En una maceta de cristal transparente
Te jodes me dijo ese imbecil creyente
En los dientes de tal santo o en la polla
De tal otro incorrupta a saltos de mata
Entre el sufrimiento y la agonía insurrecta
De la carne excitada de su amante maltratada
Cabrón!! Revolucionario de mierda, le contesté....
Interesante original de plazas geométricas
Y clubs de sonrisas verticales
Y es así día tras día explicando que el hombre
Viene de la mujer
Y que la mujer es... el hombre
Sigo siendo Republicano

































Cojo el teléfono
Y eres tú
Inocencia
El pelo del
Mundo
Desnudo
De tu costado
No estoy cercano
A tu pregunta
Pero vuelvo a tu jardín
Para amanecer las estrellas
De tus uñas
Y es tu lunar
Dios!!me acerco a tus nalgas
Como gato erizado
Recorro tus vértebras como
Si fueran mis miedos
Y alcanzo tu manzana
Llena de gusanos
Podemos ganarla
Derrotado siempre con el mismo nombre
Celo de derrotas
O importar derroche
De las cartas que no recibimos






















La felicidad
Mástiles
Cigarras
Estropajo mirandica
Terciopelo republicano
Caido en el Arga
Por una puta navarra
De gatillo y cruz
Y el miedo?
Y el retorcimiento de la historia?
Y el sufrimiento de fulanito de tal
Y menganito de tal?
Joder con los cristianos
Y los carlistas acabados
Con cruz de san andres
Y su puta madre
Pregunto
Y la ciudadania?
Y los ateos sociales?
Y la minoría secreta
Ondulada por la desesperación
Del miedo y el olvido?




















Tuve un sueño...
Un grito y otro grito
Luego convertido en aullido
Vertió su trago sobre el latido
De una mariposa
Que volaba paralela
A Gregorio Samsa
Y es que Kafka
Piedra a piedra
Hirió de muerte
Mis alas de ángel de cuero
Negro
Ellas lo sabían
Digo ellas por no decir ellos
Los que gestionan el miedo
De los pulmones y las narices
De todos los que no tenemos una habitación
Pintada con el color de la “cagada rápida”
Ah la lapida no se abrió
No te pude salvar de la eternidad






























Espinas que mueren en la hoja
Sagrada del camino recién construido
Caminaba por los renglones
Del pavo real cuando el espacio
Se convirtió en un paradigma histórico
Detrás de las barbas de Breton
Salió el gran masturbador
No recogió el terciopelo que derrochaba
La música de las esferas
Tras el ruido del naufragio de Ulises
Así y con todo asistí a tu funeral
Caja de pino cenizas volátiles entre los sobacos de
Esas viejas plañideras de barro y paja
Ah por favor cuánta estulticia
Cuánto enjambre de entrañas silentes
Cuánto destino prefigurado tras las cortinas
De un mundo que partió de tus manos mutiladas!





























El árbol de arena
Llena tus sienes
De desiertos
Corazón de estrellas
En la lumbre
De la cabaña del guardabosque
Dibujé tus dedos sobre
La madera que ardía
En tu fogón
Salí corriendo
Tras el frío
Que recogían
Tus pupilas invernadas
Cuál es tu relación
Con la primera nieve caída
En tu seno de coral?

































El plomo dividió
En dos el espacio
Del animal
Agonizaba el horizonte
Y el frío en su piel turgente
Su mirada ofrecía el secreto
De la armoniosa muerte
Con el otoño recién entrado
Probablemente no hubiera
Sobrevivido al invierno.
Recogí su sangre
En el caldero de la diosa Demeter



































Luz de sombra
Piedra navegable
Río seco
Orilla convertida en mar
Infancia de la muerte
Hombre vulnerable
A la ficción nocturna
De la química
Bailaré sobre el precipicio
De la cigüeña
O pulsaré el vacío
Que circunda tus orificios nasales



































Quizá el grito
Devoró tu nombre
En un urinario nocturno
Sobre el temblor
La taza tira de la cadena
Kierkeegard
No existe la oscuridad
Tras la puerta de tu desnudo
Tampoco llegará la noche
En tu espiral ombligo
Schopenhauer de goznes
Que chirrían tras la nada
Del ser o el río que nos llega
Hasta la cintura cuando la lujuria
Nos dejo desnudos en medio
Del parque de padres fríos
Y niños teledirigidos






























Caen rozando
El olor desnudo
De las amapolas
Asesinas
Sofoco la ansiedad
De sentirse humano
Demasiado humano
Probablemente todo se retire
Tras la tragedia de un Apolo
Compartido con las luciérnagas
Del patíbulo






































Embriaguez de limites
Razón de infinitos
Tu boca en mi pecho
Mi mano trémula
Avanza silenciosa
Entre la luna
De tu pecho
Solivianto a las estrellas
En tu cuello
Retiro las olas de tu espuma
Y es el sueño de borrarte
En mis labios
Y es el cansancio de repetirme
Una y otra vez tu nombre....
Quisiera ser viento
Agua, otoño, manantial,
Seísmo en las profundidades
De tus sueños































Otra vez me pierdo
Por esta calles de Lisboa
Pessoa me sonríe
Al lado del café
Basilea
El viento dobla la esquina
Hace frío pero es verano
Y el sol esculpe
La piedra heredada del grito
Quisiera ser instante
En este banco
Mirar las cosas
Como si fuera la primera vez
Regresar al barrio alto
Desde tus muslos
De aguas verticales
































Vino de subir los árboles
Cuando rumoreaban las llamas
De la puerta en sus mejillas
El estático
Soñaba que era el invierno
Y en forma de nieve tejía sus cabellos
Alrededor de mi cuello




































Lejos de perderme en las alas
De las palomas
O en las arenas
De cualquier desierto perdido
Entre las nieves de Enero
Lejos también de cobijar
La sospecha de que la puerta
Se abra dentro de otra puerta
Atornillada a tus cejas
Lejos de la blancura nocturna
De aquellas mejillas que dibujé
Al lado del Tajo y un mar violento
Lejos del comienzo de algo
Que merezca la pena acabar
Lejos de deshojarme
Retiro la maleza de tu raíz volcánica
Y prosigo la búsqueda de la piedra de agua






























El hombre desproporcionado
La guerra desproporcionada
La muerte desproporcionada
El nacimiento desproporcionado
La herida desproporcionada
El abrazo desproporcionado
El pensamiento desproporcionado
El tiempo desproporcionado
Tus ojos desproporcionados
Tus pezones desproporcionados
Los árboles desproporcionados
La palabra desproporcionada
El sexo desproporcionado
Tu sexo desproporcionado
La materia desproporcionada
La nada desproporcionada
La droga desproporcionada
El vacío desproporcionado




































Y luego
El yo moderado
La ideología moderada
La religión moderada
La educación moderada
El matrimonio moderado
El miedo moderado
El silencio moderado
El amor moderado
La masturbación moderada
La filosofía moderada
La poética moderada
La política moderada...































Y luego la tortura
La violencia, la intolerancia
Las creencias impuestas
Los dioses roncos
De gritar la mentira, su mentira
El agua corrompida de ejecuciones
Y asesinos
El pudor de la justicia
La rebeldía de la memoria
Y la nada del olvido
Cantar los versos de Safo
De Celan de Ferrater
De Gil de Biedma
Y contar las estrellas
De aquel verano que al azar
Murió en tu sonrisa
Y saltar sobre la violencia
Sobre las creencias
Sobre el dios ronco
Sobre las conciencias
Que dependen de otra conciencia
Que por ser una, es falsa
En lo más profundo de su mentira




























Admite tu despedida
Pero no el acercamiento
A la herida de la perdida
O el frío de la muerte
De tus manos
Tu mirada asomando
Del precipicio de un rocío
Barrido por el sol de los gusanos








































Ya se acerca la lengua de sal
A la sed de inmensidad
O un paisaje de trigo muerto
Un sol declinando el horizonte
O el reflejo de unos ojos
Que no se cansan de mirar
La lluvia en la hondonada
Del silencio de tu vientre
Por eso frente al espejo
No veo
El rostro del vagabundo
Que perdió la brújula
En un mes de abril
Cuando las flores marchitaban
Mi paso inseguro
Y dormía al lado de tu boca
Abierta encendida de estrellas
Sin nombre






























Extinción
En un solo acorde
Madre espiral
Pocas promesas
Sólo amamantar
El rumor de la belleza
En tus labios













































Tierra de sombras
Plomizas
La fatiga
De la libación
En el violento vuelo
De la embriaguez
Caer oblicuo en la fragancia
Y masticar hasta la locura
La uva, las hojas secas
De un otoño que adiviné al azar

No hay comentarios:

Publicar un comentario