martes, 4 de enero de 2011

LA ERRANCIA DEL TIEMPO (2000)

GREGORIO OJER




“quien salva el tiempo es el tiempo”
miquel martí i pol




“este poniente exhibe una impúdica
proclividad al énfasis”
Miquel martí i pol







EL PONIENTE DEL ÉNFASIS




La errancia acrisolada
Del atrevimiento
Desgasta la realidad:
Una navegación consistente
Que ofrezca evidencias
Que asuma la pereza de nombrar
Siempre que la deriva aparezca
Entre los bancos de niebla
Que amarran al destino
Tu nombre sumergido






















“La noche esta es larga, interminable, y aún no llegó la hora de recogerse en palacio. Sigue contándonos estas hazañas admirables, que yo me quedaría aquí hasta la divina aurora, si te decidieras a contar en esta sala tus desventuras” Odisea, canto XI, 373-376







LA LARGA NOCHE


contar, relatar hasta que la palabra
se refleje en el cristal del tiempo
y la eterna admiración de este instante
decida qué hacer con tus despojos
































“Llegó la soledad, la perra vieja
que venía royendo un hueso pobre”
Leopoldo de Luis. Cuaderno de San Bernardo




RITUAL

Entre la danza
La densidad de la amanita
Soma líquido
Alentando la retención
De anónimos pies
Que no dejan huella
Estrechamente unidos
Alrededor de la llama
Traspasa el umbral del fuego
Y la brasa del universo
Enciende la ceniza de tu retirada
Huesos dispuestos a combatir la entelequia
Pieles royendo la soledad
De la perra vieja
Ladrando a los pies de tu cadáver.



























“cuando haya dejado a mis amigos queridos y vaya solo y errante
y aparezcan las formas vacías de mis propias proyecciones, que los budas deleguen en mí la potencia de su compasión
y no acudan los terrores del bardo.
Cuando brillen las cinco lámparas de la sabiduría,
Pueda yo reconocerme sin temor (...)”
El libro de los muertos tibetano




LAS FORMAS VACÍAS DE MIS PROYECCIONES



Calla el tiempo
Y sabe que calla
Cuando uno de tus rostros
Deviene geografía
Del silencio
Vuelve a callar
Pero ya sin lugar
Donde ejercer el advenimiento
De la máscara de tu lengua


























“ a mi muerte yo he de reencarnar para ella
en playas infinitas, agujero”
José Kozer. Bajo este cien y otros poemas




BAJO PLAYAS INFINITAS


Habitar nómada
Nocturno, nativo
De un paisaje que saluda
Cuando dibujas
Con fisuras
El tiempo del deseo
Y desengaño
Sólo firmar lo borrado
Cuando la cera de Icaro
Se te adosa a los pies
Siendo llama
De un fuego desahuciado























“Amante de serpientes, mi vida
pasaré, sobre hierba tumbado
para ver la línea curva que se extiende,
o se contrae y atrae, más allá de la pobre
área de luz de nuestra geometría”
Carlos Drummond de Andrade. La vida pasada a limpio





EL AMANTE DE SERPIENTES




Indeclinable,
Desairado
Nocivo por devorar
La mañana de tu cuerpo
El tiempo agrieta los cristales
Tu reflejo descortés
Se congrega para recitar
Lo inservible del infinito
Dulce agotamiento de la palabra
En el escote de tu frágil melodía



























“La soledad de dentro a afuera. No la inversa, que es vulgar y dominable” Antonio Espina. Pajaro Pinto




OPACIDAD DEL AFUERA




Hasta la opacidad
De la luz eléctrica
Centelleando en los rincones
De la sombra
Chispeando los rayos del sol
En el solsticio de la inmanencia
La ciudad que desprecia la malicia
Diluida en las cerraduras de la melancolía
Sirve al murmullo quebradizo
De tus desmanes
La lenta maternidad de la argucia
En el reguero de faroles y cuerpos semidesnudos






















“Ignoramos las razones que pueda tener una montaña para ponérsenos delante” Antonio Espina. Luna de copas




LLUVIA IGNOTA



Cuatro adioses
Como cuatro perfiles presentidos
Debajo de tus escamas
El sol cierra los ojos al paisaje
Y extraviado maltrata los sueños
De las encinas
El roble recoge los frutos de los hombres
Hubo sequía y sus brazos y piernas
No se han desarrollado
Volverá la lluvia ignota
A reventar los poros de Tierra
En el vasto vacío del mar que se esconde
Sobre los hombros de la vida en retirada


























“el silencio es mineral.
¡rumor de las esferas!”
Poemas del alquimista. Joseph palau i fabre





REMANSO VIOLETA




Alojar mis dedos
En el eclipse de luna
Sol demente que anegas de sombra
El campo de girasoles tornados al abisal
Misterio de la oscuridad de tus ojos
Cierro el habitáculo de mis entrañas
Recojo el desconcierto de las exhalaciones
En el tallo de la rosa advenediza de noches
Resecas en pétalos muertos
Golpear el susurro de la mariposa en el sueño
De la raíz dorada
Y volver a alojar mis dedos
En el eclipse de luna
Urdiendo de gráciles hilos el tejido
Del tiempo en eclipse crepúsculo:
Puntos sobre el horizonte de músculos
Abrazos que vuelven a tejer
Tus hilos a mis rotos de siglos sigilosos
Fermentar la soledad en un desenredo
De manos y bocas dispuestas a emprender
El remanso violeta en destello lunático













“si tú discutes, sucede que hay algo que no sabes. En el Tao más grande nada se nombra; las mayores discusiones tienen lugar sin que se hay dicho nada (...) el que sabe no habla, el que habla no sabe” El tao


EL RINCÓN DEL CÍNICO

intento nombrar lo que no sé
y discutir sobre lo que sé
por ejemplo la errancia del tiempo
el cristal que retiene la respiración
en un vaho de inmortalidad fugaz
pelar una naranja circunvalando los abalorios
de una noche sin estrellas
cabalgar entre las nubes recitando la lluvia
y recogiendo la escarcha en la inquietud del día
pasear el vértigo entre los abismales silencios
de la higuera
disponer de los frutos de sus ramas
y remar con ellas hasta el infinito de su savia
decir nosotros enredados entre abrazos egoístas
coser con tomillo tu piel profanada por el equívoco
y equivocarme en la confusión de raíces
que enlazan con los rizos de tu pelo
escribir en la arena con manos de hielo
la brisa de las palabras entre las garras de tramontana
colonizar la garganta del tiempo
y humedecerlo de servidumbre en el abismo
dictar los paisajes temblorosos y sembrarlos
de pupilas rutilantes
estallar el barro ignoto delimitando el éxtasis de la ceniza
hornear tus labios a fuego lento
y abrumar de desmesura los contornos de tus aristas
y gritar y moverme en destellos de peces sin espina
y estallar sobre la espuma fría de la mar irredenta
regresando a los confines de su oscuridad azul
y brillar afilando la luz de los sueños
en la última danza de la mariposa nocturna.
sucede todos los días cuando el pentagrama de la noche
anuncia la melodía del mediodía
por ejemplo la errancia del tiempo
el cristal que retiene la respiración....








































“Cuando todas las explicaciones son posibles, no hay ciertamente ninguna razón para elegir la más banal o la más estúpida”
A Camus. Calígula.













“Oh alma mía, no aspires a la vida eterna! Apura el campo de lo posible”
Píndaro






EL CAMPO DE LO POSIBLE


El reloj en el horizonte
Dobla las manecillas del espacio
Marca los lugares
Donde el tiempo se adueña
De lo posible
Así el hombre busca entre los entresijos
De sus ademanes
La vida eterna apurada
En un sorbo de instantes huidizos



































“El cielo ve como ven las personas. El cielo entiende como entienden las personas” Meng-tzu.





LA META COMO PUNTO DE PARTIDA


No es factible un gesto poético
Cuando el derrumbe es inminente
O la reconstrucción sin tener la apoyatura
De una historia criminal
Que redacte el tiempo en su propio reflejo
Por eso la meta es el punto de partida
Del que transcurre en el vacío
Del tiempo en el espacio
Del espacio en el tiempo

























“ De las mujeres que amé
sólo queda una fotografía”
José María Alvarez






ADOLESCENCIA I





Aquí garrabera de pieles
Constelaciones efímeras
Pergeñando bucles de estío
Girasoles gigantes e inalienables postales
De algas marfílicas, sortijas níveas
Y sombras chinescas flameando
El légamo de la mascarada
La antigua danza de un mundo protésico
Confesiones de ébano
Y la infancia como una tiza virgen
Soliviantando a la ortodoxia ojival
Y nada era verdad
Ni la descripción del destierro
En la sala de cine arañando el jardín
De metálicos besos y aproximaciones
De hiedra y bramidos
Tampoco la ducha gris sobre insolaciones marítimas
























ADOLESCENCIA II








El aplomo de la pizarra que obstinadamente
Emergía de forma vertical entre los restos
De una batalla mal contada
Sin duda la mirada más allá de la ventana
Recogiendo los relámpagos y llamas
De un atardecer que nunca jamás volverá
El zumbido que desmentía el trance
De una ascensión temblorosa
Días de insomnio por el deseo contenido
De tu cuerpo húmedo
El silencio de los patios los árboles
Que con su armadura otoñal
Palidecían entre los abrazos y caricias
De los adolescentes derramando delicias
Ígneas entre el asombro del desgarro y el placer
Días y noches insuflando destierro a nuestras vidas
El juego absurdo de la verdad escondida
Demagógicamente entre las brumas de la repetición
Y el misterio del silencio sin memoria...
Cansado de desenvolverme en un éxtasis continuo
Comencé a interpretar mi cuerpo sobre el frío
Mármol de tus besos
Transeúnte y hereje de una infancia
Conjurada con el tiempo indeciso















“Mi memoria es oscura (...) de cuanto me trajo a este lugar desierto que se me ha convertido en patria” Giorgio Manganelli. La ciénaga definitiva



EL REFLEJO DE TU ESPEJISMO



El tiempo se detuvo
Los trozos de cristal
Diluidos en el espejo
Recorrieron la cara oculta
Del reflejo
Tendí la mano hacia el vacío
Y me sumergí
En tu espejismo
El horizonte se dilataba
Cuando tu materia dejó
De referirse a la organización
Del nombre
Casi no tuvimos tiempo
Para detener al tiempo.





























“Canta corazón mío, los jardines ignotos”
Rainer María Rilke. Los sonetos a Orfeo



EL TIEMPO DILUIDO EN EL TIEMPO


Sobre el silencio del tiempo
Las nubes se abren paso
Entre bosques de flores muertas
Árboles de luz atravesados
Por el cristal opaco de tu sueño
Tejerá el escalofrío
Dentro de los pétalos de cobre
Arderán las raíces en el agua
Nenúfares poliédricos abriendo
Sus alas sobre el silencio del tiempo
El terror en la orilla refleja su vacío
En las piedras acribilladas de sangre
Y espuma que nadan contracorriente
Hacia la fuente seca de tu espalda
Nenúfares concéntricos bracean
Hacia el atardecer perdido
Abriendo sus alas sobre el silencio
Del tiempo diluido en el tiempo


















“No te extingas del todo –como otros hicieron
antes que tú, antes que yo...,” Paul celan. Poemas postumos






DESLUMBRAMIENTOS

1


Columnas de deslumbramientos
Úteros que rescatan los recuerdos
De un instante decisivo
Volver hacia el acercamiento
De la respiración contenida
Tiempo de preludio
Tiempo de elogio perdido
Tiempo de celebración
Sobre el misterio de la invención
Tiempo de redescubrir el mar
En las entrañas de la mordedura
























2.






Quise habitar en las copas de los árboles
Pero el tiempo desplegó la otra orilla
Por encima de las raíces de las hojas
Y ya no completaron el ciclo del círculo
Que mi boca tejió con la savia de tus venas






































3.






Transparencias
La brutalidad del tiempo
En tu piel
Deposita precariamente
Los ocasionales desnudos
Que irradian los caprichos
De la grotesca eternidad
Delgada línea de escombros
Hiperbólicos despojos
Porque Eros agita la desmesura
Y apacigua la arquitectura
De tu rompecabezas.


























4.






El drama del tiempo
Su incapacidad
De ser apresado
Compartido
Revelado
Derivado en otro tiempo
A la deriva.
Aferrado a la madera
Carcomida
De una historia que se hundió
Decidiendo su crueldad
Extinguiéndose
































5.







Llegó la mariposa
Durmiendo el aire
Crisálida de estrellas
Infinitos mundos
Por la flor que sostuvo
La última danza
Del polvo de sus alas


































6.




El mar nadaba en tus manos
Inmenso desaparecía
Tras el enano del tiempo
Surgió de la espuma rumiando
Los cuerpos de los náufragos
Cargados de ajenos recuerdos
Endulzados con el fuego del atardecer.
Como un gran espejo reflejaba la lluvia
Caída hace siglos sobre el manto quebrado
De tu asombro
Y fue pudriéndose sobre las escamas amarillas
De estrellas muertas
Y fue rompiéndose contra la arena vacía
De tus entrañas
Y fue quebrándose contra el espejo extasiado
De tus venas













7.
caligrafía
insegura
destripa
al tiempo
endereza
tu estado
de lenguaje
quebrado
mece la
desaparición
otra vez
sobre la visión
de un instante
abandonado
que arrastra
consigo
la infancia
desfigurada
del terror
inviernos que no
terminan
veranos que no
llegarán
errante y descalzo
en el simulacro
inagotable
de un nombre que tropieza con lo que nombra
escondido en el camino
que dura en el comienzo
y termina en la precipitación
volatilizada
en lo inmóvil
de tu desgarro
y resplandores
y luces drogadas
de vientos dormidos
invenciones de la materia
metáforas de angustia
y de un placer inevitable
inocentes silencios
sobre el truco de la vida
unas lágrimas
en el tugurio
de los abrazos efímeros
una belleza ligera
en la última llamada perdida.




“Con relación a los dos mundos –el bajo-mundo del tiempo y el otro-mundo de lo intemporal- que se encuentran en el eje del último presente, sólo hay sitio para las alegorías” Vladimir JanKélévitch. La muerte




EL ESPACIO ALEGÓRICO





fugaz la supervivencia
se activó
modificó la biografía
fabulando el nombre
de la libertad
oteó a un lado y a otro
y encontró plenitud y nada
todo era vida
y no había un después
ni un antes
sólo espacio.

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